Tratamiento de radiofrecuencia. Endymed contra la flacidez

La flacidez deforma la silueta de ambos sexos a partir de los 35-40 años, empeora el aspecto de la celulitis y altera la calidad de la piel en los jóvenes cuando está ligada a adelgazamientos bruscos, embarazos, etc.

Abdomen, espalda y zonas de dermis fina con difícil solución como cuello, óvalo facial o cara interna de piernas y brazos, cuentan ahora con la ayuda terapéutica del Endimión, radiofrecuencia multipolar que el Instituto Médico Láser realiza, utilizando un equipo de tercera generación que permite actuar a mayor profundidad, de forma precisa, gradual y concentrada, sobre el plano tisular previamente seleccionado.

La radiofrecuencia

Es una radiación electromagnética situada entre la luz infrarroja y las ondas largas. Al aplicarla sobre la epidermis genera intensas vibraciones en las moléculas de agua, que se calientan por fricción, afectando a los tejidos. Su efecto, por tanto, depende del contenido hídrico tisular, pero también de la conductividad (impedancia) de la piel, mucho mayor que la del tejido graso.

El objetivo es conseguir un calentamiento sostenido a 55-62ºC de la dermis tratada, que es el umbral necesario para generar una respuesta del colágeno. Dado que la epidermis tiene 15º C menos, hay que poner la superficie exterior a 40-41ºC como mínimo. Con esto se consiguen los siguientes efectos:

• Calentar las fibras de la dermis y las del tejido conjuntivo. Concretamente, los septos fibrosos que sujetan, rodean y constriñen los nódulos de adipocitos, que son afectados de forma indirecta por su 15% de agua y por ser vulnerables al calor cuando se alcanzan los 42/43º C.


• Inducir la remodelación del colágeno existente y la neocolagenogénesis gracias a la liberación de las HSP, proteínas de choque térmico, en cuya presencia se produce neo-vascularización y la activación de los fibroblastos.

El efecto de la radiofrecuencia varía mucho de un tipo a otro, según las distintas formas de emisión, la distancia entre sus electrodos y otros factores.

1º GENERACIÓN

• Radiofrecuencia bipolar normal (Thermacool).


• Está destinada al rostro por ser una energía superficial y focalizada, que fluye entre los dos electrodos de su pieza de mano, sin alcanzar tejidos gruesos y profundos.

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2º GENERACIÓN

• Radiofrecuencia unipolar (Accent).


• Emitida por un electrodo solamente, actúa en profundidad, de forma dispersa y menos concentrada, por lo que es necesario trabajar con mucha energía, y al tiempo, enfriar la dermis para evitar la sensación de dolor o el riesgo de quemadura.

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3º GENERACIÓN

• Radiofrecuencia multipolar (Endymed).


• Alta efectividad con menos energía súbita.


• Emitida por los múltiples electrodos de una sola pieza de mano, que está controlada por un microprocesador y termómetro. Actúa de forma progresiva y concentrada en el plano tisular seleccionado, auto-ajustándose a la conductividad del tejido tratado.

Endymed: radiofrecuencia en tres dimensiones:

Emite una radiofrecuencia multipolar, que consigue un calentamiento de la piel en 3D a una profundidad previamente seleccionada. Además de su alta precisión, permite un calentamiento volumétrico y progresivo del tejido tratado, que se mantiene de forma prolongada, incluso después de haber finalizado la sesión. Este depósito de calor sostenido y concentrado, que se produce de forma gradual y sin picos, explica la mayor tolerancia del paciente frente a la administración de una cantidad bastante mayor de energía.

El secreto de la equivalencia más efectividad con menos energía súbita radica en el diseño de su pieza de mano, cuyos múltiples electrodos están bajo el control de un microprocesador, que auto-ajusta la emisión a la impedancia del tejido en tratamiento.

Cómo se realiza el tratamiento

• La superficie a tratar se divide en cuadrículas de 10x10 cm2 o rectángulos de 100 cm2


• Se selecciona la intensidad de la emisión inicial y se realizan pasadas pre-terapéuticas para incrementar la temperatura base de los tejidos, que se calientan gradualmente al desplazar la pieza de mano con movimientos circulares sobre la piel


• Una vez que la superficie alcanza los 40º C, según marca el termómetro en la pieza de mano, empieza la fase terapéutica. A partir de este momento, es necesario realizar 8 pasadas de 30 seg en cada cuadrícula para asegurar un calentamiento en profundidad


• La técnica se repite exactamente igual en cada una de las cuadrículas, que van calentándose de forma suave y repartida, sin picos inesperados que obliguen a interrumpir el tratamiento


• Las zonas tratadas se manifiestan calientes y enrojecidas al terminar. Así se mantienen durante al menos 1 hora, evidenciando un calentamiento efectivo y adecuado.

Los resultados se notan unos días después de la primera sesión, en forma de textura cutánea mejorada, manifestando un relieve con menos depresiones. Las infiltraciones adicionales de silicio y carboxiterapia en días diferentes potencian los resultados.

Las sesiones deben ser como mínimo ocho. Las cuatro primeras se realizan cada semana o cada 15 días. Las cuatro últimas, se espacian de forma proporcionada. Si existe mucha flacidez se deberán realizar 12 sesiones.

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