La Terapia Fotodinámica de varices es un tratamiento integral de las mismas, sea cual sea su calibre y profundidad. Fruto de la investigación llevada a cabo por IML en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (Instituto Pluridisciplinar, Unidad de Láseres y Haces Moleculares), este tratamiento es objeto de una patente internacional compartida al 50%.
La Terapia Fotodinámica se aplica en IML como único tratamiento integral de las varices desde el año 2002. El grado de experiencia alcanzado y el alto nivel de los resultados han suscitado el interés de la comunidad científica internacional.
Desarrollada por el Dr. Moreno Moraga, Director de IML, la terapia fotodinámica de varices consiste en infiltrar en los vasos afectados un Foam Intravascular, sustancia fotosensibilizante que gracias a su alta tensión superficial, aumenta la absorción de la energía por parte de la hemoglobina.
Esta técnica multiplica por 16 los resultados de los tratamientos convencionales con láser y constituye así un avance significativo sobre los tratamientos transcutáneos con láser, que resultaban insuficientes hasta la fecha, debido a la escasa absorción de la energía en profundidad.
Para detectar el origen del problema y situar los fallos valvulares asintomáticos, que pueden estar causando problemas a distancia de la variz evidente, es fundamental realizar una buena cartografía de los territorios venosos afectados. Este estudio ha de realizarse mediante una ecografía Dopler Color, ajustando las frecuencias para ver las varices superficiales por un lado y las profundas, por otro.
En primer lugar se trata el problema en su origen, que es el que produce el fallo valvular, responsable del estancamiento venoso y de la consecuente dilatación de las venas. A continuación se tratan todas las varículas o telangiectasias que son tributarias del fallo original, realizando un control ecográfico simultaneo, que permita contrastar la eficacia completa del tratamiento en todos los niveles. Esta verificación en tiempo real no resulta posible con las técnicas invasivas.
Las varices podrían eliminarse en sesión única si no fuera por aquellas que están solapadas en varias capas de profundidad. El nivel de tolerancia de cada paciente, así como un exceso de agresión en su piel, desaconsejan el tratamiento simultáneo de todas ellas y es este tipo de situaciones el que obliga a realizar una sesión principal, seguida de 2 ó 3 repasos complementarios, con menor duración. IML realiza un seguimiento total de 2 años de todos los casos tratados con la Terapia Fotodinámica de Varices para objetivar la buena evolución del paciente.
Los resultados son predecibles en el 98% de los casos y los niveles de eficacia se sitúan en dicho rango. El seguimiento clínico de 2 años que se realiza en IML, permite contrastar el buen resultado a largo plazo. A corto plazo, los resultados son visibles a partir de la primera sesión, que es la más importante. Tras la aplicación de la técnica se presenta una inflamación en las zonas tratadas, que requieren su tiempo de recuperación y eliminación de la hemoglobina fotocoagulada. La evolución del tratamiento y sus resultados se constatan a partir del tercer o cuarto día.
La depuración de la técnica a día de hoy, hace que sea menos dolorosa que la depilación láser, por ejemplo. La Terapia Fotodinámica de Varices no tiene periodo de recuperación, ya que permite reincorporarse a la actividad habitual de forma inmediata e incluso, practicar ejercicio al día siguiente. Durante la primera semana deben llevarse unos pantys de compresión media y se puede sufrir algo de hipersensibilidad. Sin embargo, no es preciso tener precauciones ni llevar a cabo cuidados especiales, dado que el tratamiento es transcutáneo, sin heridas o sangrado. La aplicación de una crema tópica ayudará a la reabsorción de la inflamación y los hematomas locales, que se pueden presentar de forma concomitante.
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