martes, 28 de abril de 2015

Tratamientos con Láser en Medicina Estética, Dermocosmética y Dermatología

  

El empleo de diferentes fuentes de luz ha revolucionado el campo de la medicina y la estética en los últimos años. Cada vez son más los sistemas utilizados para conseguir unos objetivos tales como la depilación permanente, la eliminación de varices, capilares, eliminación de manchas, rejuvenecimiento, eliminación de arrugas, mejoría de la flacidez, remodelado del contorno corporal, tratamiento de cicatrices, etc.


La luz es un tipo de radiación electromagnética. Los láseres que empleamos en medicina son fuentes de luz pero con unas determinadas características. Se trata de una luz monocromática, coherente, unidireccional y de alta brillantez, estas características la diferencian de la luz convencional.


El objetivo al utilizar estas fuentes de luz es conseguir la interacción de la luz con el tejido, para obtener el efecto deseado. Fundamentalmente esta interacción consiste en transmitir un calor al tejido, el efecto fototérmico. Por ejemplo en depilación, el calor emitido provoca la destrucción del folículo piloso.


Existen diferentes tipos de láseres. Se diferencian fundamentalmente en el medio activo donde se genera la emisión. Puede ser gas (láser de Co2), sólido (neodimio-yag, alejandrita), líquido (colorantes) o semiconductores (diodos). Cada tipo de láser emite en una determinada longitud de onda (banda del espectro electromagnético), la longitud de onda influye en la penetrancia del láser y en la selectividad por un determinado cromóforo o diana.


En la piel existen fundamentalmente tres cromóforos o dianas: la melanina, la hemoglobina y el agua. La melanina se encuentra en la piel y en los folículos pilosos, pero cuando éstos son oscuros tienen una alta concentración de melanina. Un láser apto para la depilación debe tener una longitud de onda que haga que se dirija sobre todo hacia donde hay mayor concentración de melanina, esto es, hacia el folículo piloso. En cambio un láser que se emplee para la eliminación de varices o capilares dilatados, debe tener una longitud de onda que se dirija sobre todo hacia donde se encuentra la hemoglobina, por tanto, hacia el interior del vaso.


Los láseres que se dirigen hacia el agua vaporizan tejidos, y se emplean para fines quirúrgicos, de remodelación de tejidos. Hoy en día hay una generación de nuevos láseres que emiten en el infrarrojo (1320 Nm, 1440 Nm, 1540 Nm) cuya energía va dirigida a la dermis con el objetivo de obtener el remodelado del colágeno para rejuvenecer la piel o tratar las cicatrices. Poco a poco aparecen láseres específicos que basan su eficacia en las propiedades ópticas de ciertos enlaces moleculares, como es el láser de 924 Nm que tiene especificidad relativa por el tejido graso.


Los láseres tienen diferentes sistemas de aplicación: brazos articulados, fibras, scanner, lentes, o cristales de cuarzo.


Como el efecto de la emisión del láser es fundamentalmente transmitir calor al objetivo elegido, se debe contar con sistemas de enfriamiento para proteger los tejidos de alrededor. Estos sistemas pueden ser aire frío, gel frío, criógeno, etc. Esto se debe aplicar en la depilación, enfriando la piel para protegerla de quemaduras.


El objetivo de estos láseres es el daño del folículo piloso. Debemos emplear láseres cuya longitud de onda haga que se dirijan fundamentalmente hacia la melanina, que se encuentra en la piel y en el pelo. Para una buena depilación necesitamos que el pelo tenga melanina, es decir, nunca podríamos depilar pelos blancos o con muy poca melanina. Para evitar que la piel capte calor, es importante el color de la misma, es decir el fototipo. Los fototipos bajos, las pieles blancas, permiten aplicar más energía, ya que captan menos calor del láser. De todas formas con los nuevos sistemas, al proporcionarnos cambiar la longitud del pulso, cada vez se protege más la piel y podemos depilar pacientes con fototipos altos (color de piel más oscuro).


Algunos equipos empleados en depilación son:


Tiene una longitud de onda de 755 nm. Ideal para pieles poco oscuras y depilación femenina de zonas como ingles, axilas y piernas.


Es eficaz en pelo de calibre medio y con color suave debido a que tiene una alta apetencia por la melanina. Para poder trabajar en pieles algo más oscuras como fototipo IV es necesario ampliar el ancho de pulso (lo que permite refrigerarse a la epidermis mientras el tallo piloso sigue acumulando calor). Las grandes novedades en el entorno del láser alejandrita es la emisión dual combinada con láser de neodimio-yag, lo que permite alcanzar mayor penetrabilidad en el tratamiento de depilación.


Emite a una longitud de onda 800-810 nm, su luz es algo más penetrante y permite tratar con mayor seguridad pieles de fototipos oscuros.

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