Durante el tratamiento de radioterapia se realizan marcas en el tórax del paciente que sirven como referencias anatómicas para asegurar la misma posición del equipo a lo largo del tratamiento. Esta pigmentación tiende a desaparecer tras la radioterapia. Sin embargo, en ocasiones perduran durante toda la vida, lo que puede estigmatizar a los pacientes. Según la Dra. Josefina Royo de la Torre, directora de IML, "para muchos pacientes de cáncer de mama que han recibido tratamiento con radiación, eliminar esta pigmentación azul o negra sobre la piel supone el paso final para su plena recuperación". IML se une a "PicoSure goes Pink", una iniciativa promovida por Cynosure para sensibilizar tanto a la sociedad como a las mujeres de que el cáncer de mama tiene cura y no tiene por qué dejar...
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